Transiciones:  Cuando el proyecto de Transformación somos nosotros mismos

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hombre en laberinto

En un mundo más complejo e incierto, ha crecido la frecuencia de cambios que impactan en nuestras vidas.  Esta nota propone dejar atrás el confort de la estabilidad, para desarrollar la competencia de la gestión armónica de las transiciones.

“El cambio es la única constante en el universo” – Isaac Asimov, escritor y científico

Para la RAE, la transición es la acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar a otro distinto. Son sinónimos: cambio, mudanza, transformación y metamorfosis.

Quienes dedicamos nuestra actividad profesional a la transformación de negocios, procesos, organizaciones y sistemas hemos desarrollado una capacidad para observarlos desde distintas dimensiones, pero siempre con un alto grado de racionalidad, más allá de los afectos implícitos en aquellos a quienes conocemos.

Cuando la transformación impacta en la organización de la que somos parte, comienzan a moverse los componentes emocionales, y ya no somos “tan racionales”. Aparecen en otra dimensión afectos y temores, y la incertidumbre ya nos pega cerca.

Y cuando el cambio es directo en nosotros mismos, se nos mueven todos los puntos de referencia. Como decía Mario Benedetti: “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas”.

En esta nota nos enfocaremos en el abordaje a las transiciones personales, como disciplina para navegar en esos periodos de incertidumbre.

LA VIDA NO LINEAL Y LA TRANSICIÓN COMO HABILIDAD

Bruce Feiler, en su libro Transiciones, luego de estudiar más de 200 historias de vida, concluye que la vida está llena de caos y complejidad, períodos de orden y desorden, linealidad y no linealidad, por lo que la concepción histórica de la vida con ciclos naturales y mecánicos (vida lineal) ha finalizado, dando lugar al concepto de vida no lineal.

¿Cómo se caracteriza la vida no lineal?  Está llena de disrupciones y terremotos vitales. En su estudio, concluye que un adulto promedio experimenta entre 30 y 40 disrupciones, algunas de ellas llegan al status de terremotos vitales, y los clasifica en 5 tipos: amor, identidad, creencias, trabajo y cuerpo.

Fijemos la atención en lo que llama “terremoto vital”. Es una fuerte corriente de cambio en la vida que da paso a un periodo de alteración, transición y renovación, y Feiler recomienda que nos concentremos en “la transición como una habilidad que podemos y debemos dominar”.

LA DISRUPCIÓN EN LA VIDA PROFESIONAL

Quienes hemos vivido la pérdida de un trabajo en edad adulta y la necesidad de recomenzar, cuando nuestra realidad estaba bastante ordenada y enfocada, o quienes hemos cometido algún error complejo en una actividad que nos obligó a volver varios casilleros atrás y dar muchas explicaciones, tan solo para tomar un par de ejemplos laborales, sabemos que esas experiencias de vida bien procesadas, nos han dejado enseñanzas y aprendizajes que nos colocaron en un lugar distinto, mejor, más robusto. 

Como dice Feiler, hemos vivido alteración (pérdida del trabajo), transición (reinventarse buscando una nueva alternativa) y renovación (resignificación de la nueva realidad).

La no linealidad sugiere que, en lugar de resistirnos a alteraciones e incertidumbres, debemos aceptarlas. Nuestra vida está y estará llena de “disrupciones”, es decir eventos aparentemente azarosos que interrumpen el curso diario de la vida. La variedad de dichas disrupciones está en aumento y ocupan cada vez más tiempo de nuestra vida diaria.

Lo más llamativo es el tiempo que Feiler le asigna al proceso, pues sitúa la duración media de las transiciones posteriores a cambios vitales entre cuatro y cinco años.  Doy fe que yo mismo estoy experimentando un cambio profundo en mi vida profesional ante la proximidad de la edad del retiro y trámite jubilatorio, con un discernimiento que comenzó hace más de 3 años y continúa ocurriendo en alta intensidad.

Terremotos vitales ocurren a cualquier edad, y la gestión de las transiciones se multiplicará en un mundo donde la incertidumbre y la complejidad incrementa exponencialmente estas disrupciones.

LA EDAD DEL RETIRO: UNA NUEVA MIRADA

Les traigo otro ejemplo, sobre el que es interesante reflexionar. Pensemos en la edad del retiro laboral. Para Diego Bernardini, el retiro o jubilación es considerado el fin de la “vida productiva o eficiente”, pero Diego provoca una valiosa reflexión para llamar a no confundir “vida productiva” con “vigencia”.   

Con una esperanza de vida que crece 4 meses por año, que hoy está en 76 años para nuestro país, marchando vigorosamente hacia los 80, dada la mayor conciencia en salud y bienestar de los que somos mayores, el desafío es crear nuestra propuesta de valor sabiendo que probablemente tengamos 20 años por delante de esa “vigencia”, que como en el fútbol puede leerse como “saber correr mejor la cancha y distribuir la pelota”.

LA GESTIÓN DE LAS TRANSICIONES: 7 HERRAMIENTAS + 2

¿Cómo podemos, entonces, gestionar las transiciones? Feiler nos propone siete herramientas que resultan particularmente valiosas y en breve les presentare, no sin antes hacer una salvedad: cuando las revisemos no caigamos en la tentación de volver a ordenarlas linealmente, pues el primer aprendizaje que se nos propone es que no es este ahora un mundo de linealidades.

1. Aceptar (identificar las emociones).
¿Provocado por mi o no, me permito ver y sentir el ciclo que se acaba o agota?

2. Marcar (ritualizar el cambio). Rituales, gestos, actos de desprendimiento, pequeños hábitos nuevos
¿Qué rituales o actos míos diarios me ayudan a recordar que algo nuevo comienza y desplaza a algo que me venía acompañando?

3. Mudar (renunciar a antiguas actitudes)
¿Estoy dispuesto a soltar? ¿si no hago espacio como podría entrar lo nuevo?

4. Crear (probar cosas nuevas)
¿Me permito comenzar a probar nuevos estímulos? ¿Será posible que probando me entusiasme y los encuentre desafiantes y superadores?

5. Compartir (buscar la sabiduría en los otros)
¿Abro este proceso de transformación interior, racional, emocional y espiritualmente a otros, a fin de enriquecerlo? ¿tendrán ellos palabras que me iluminen?

6. Presentar (descubrir el nuevo ser)
¿Me animo a darle el espacio relevante a mi nuevo ser, sin tener que dar explicaciones usando el espejo retrovisor, sino solamente mirando hacia adelante por el parabrisas?

7. Contar (narrar una nueva historia)
¿Cómo verbalizo, narrando en forma oral o escrita, pero asertivamente, mi nueva historia? ¿la cuento como mía, en primera persona?

¿Qué pasa en el mundo real?, mientras más comparto, mejor creo, mientras más presento y cuento, mejor mudo y acepto, mientras más acepto y marco, más busco crear, y todo se va retroalimentando en un ejercicio de discernimiento que lleva su tiempo.

Por eso sugiero gestionar estas herramientas a partir de dos nuevas herramientas muy relevantes:
1. La gestión de la Armonía de la Transición. Intentemos definirla como el equilibrio y proporción entre las tres fases que propone Feiler (alteración, transición y renovación), permitiéndonos que las mismas se superpongan, en forma armónica para lograr llegar al nuevo estadio superador, pudiendo darle valor y alegría al proceso transformador.

2. La gestión de la Resignificación de nuestra vida. ¿Si el cambio es profundo, qué no debería quedar afuera? ¿Qué debería sacar de la mochila para hacer de la nueva etapa una experiencia de vida superadora? 

A quienes aún no la conocen, les propongo realizar el ejercicio de la Rueda de la Vida propuesta por Paul Meyer. Mirando hacia adelante, como debieran cambiar las proporciones que en tu vida tienen Salud y bienestar, Carrera y desarrollo profesional, Finanzas, Relaciones y familia, Vida social y recreativa, Crecimiento personal y Espiritualidad o propósito

CONCLUSIONES

En conclusión: No presionemos sobre los tiempos, comencemos en forma temprana. 

Seamos proactivos protagonistas de nuestras transiciones, y no exijamos certezas.  

No está puesto allí el foco.  La clave, como decía Emerson, es ver la vida como un viaje, no como un destino.

O siguiendo a Einstein recordemos que «La vida es como andar en bicicleta, para mantener el equilibrio debes seguir adelante».

4 comentarios

  1. Muy interesante este artículo, y las recomendaciones para afrontar las transiciones en nuestra vida profesional y personal y cómo soltar para reinventarnos y tener una vida con propósito

  2. Muy interesante, creo hay que reinventarse hasta el último momento de la vida dándole la bienvenida a los cambios y aceptándolos con mirada positiva.

  3. Sabiduría y pragmatismo en esta reflexión que recomendaria leer a partir de los 50 años. La gran mayoría de las personas no se preparan para esta etapa que debería estar signada por la inteligencia, el disfrute y el cuidado.
    Es el final del segundo tiempo, si, pero para salir aplaudido por todos los que de algun modo estuvieron en nuestro partido. Felicitaciones Gustavo!

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