Transformación y Liderazgo. Cómo liderar cuando las recetas se están reescribiendo (segunda parte)

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Síntesis:  En esta segunda parte, continúa la conversación entre Laura y su Mentor, sobre cómo implantar la transformación a partir del éxito de las personas y los equipos de trabajo a los que ellas pertenecen o lideran. Y desde este enfoque, lograr poner en marcha los cambios incluidos en los proyectos de Transformación.

Y esto obsesiona a Laura, una profesional con muy buena trayectoria que acaba de ser nombrada C-level.

Continúa la conversación entre Laura y su Mentor.

Es viernes por la mañana.

Mentor: Hola Laura. ¿Qué has pensado desde la última charla?  ¿En qué orden quieres arrancar?

Laura: Empecemos por la pregunta que me dejaste. ¿Qué es para mí liderar con responsabilidad de provocar el estímulo y acompañar los compromisos de superación del otro?

Parto de un supuesto básico. Todos los que se saben o suponen impactados se hacen básicamente dos preguntas:

1 – ¿Qué ganamos/ gano con el cambio?

2 – ¿Podremos/podré con ello, estaré a la altura, arriesgo mi trabajo?

Respecto a la primera pregunta “qué ganamos/gano”, tenemos un buen plan de comunicación, pero precisamos que los mensajes y explicaciones se repliquen desde los líderes y referentes clave. “Su voz resuena y es creíble para mucha gente, y generará confianza para iniciar los aprendizajes”.

Muchos han sido autores de varias de estas ideas, por lo que descontamos su adhesión, pero tendremos que ser muy claros para calibrar expectativas. Pero en muchos otros habrá prudencia, más por efecto de la segunda pregunta, “¿podré con ello?”.

Y es aquí donde más valor le veo al enfoque: para trabajar el miedo a los impactos negativos y preparar cómo hablarles a personas de carne y hueso como nosotros, a las que no deseamos lastimar, pero que cuidarlas es hablarles con claridad a tiempo para que sean exitosos.

Ellos esperan sentirse conectados, sentirse valorados, sentirse cuidados y nos corresponde que así sea.  Así que tendremos que abordar temas complejos con ese cuidado de las personas, sabiendo cómo combinar su realidad con la necesidad de transformar el negocio para que sea sustentable y con propósito.

Mentor: Estoy de acuerdo con ello, ¿y qué criterios te quedaron claros que deberías aplicar cuando enfoques las conversaciones con las personas?

Laura: Me sentí muy identificada con las pautas de abordaje que sugiere Rasmus. Son simples y concretas:

  • Habla y trata a los demás como quisieras que te hablen y traten a ti
  • Ponte en su lugar, el impacto es para él, ayúdalo a entender
  • Escucha intensamente, porque construirás a partir de sus respuestas
  • Piensa en dar más que en recibir, él es el destinatario, esmérate en agregarle valor para que vea oportunidades, y luego estira de él lo más que puedas hacia arriba, para que llegue a su primer mejor versión del cambio.

Mentor: Bien. Ahora vamos al caso. Tienes que preparar tu próxima entrevista con una persona impactada por el cambio, que entiendes tiene temores. ¿Qué harías?

Laura: Estoy allí porque quise este desafío y no para evitar las conversaciones y estar confortable.  Se trata de compartir novedades que los impactan y es esperable que no estén de acuerdo conmigo en todo. 

Tendré que estar en paz conmigo mismo, mi rol y mi propósito, para hacer el mejor uso de mi convicción en el “por qué” y “para qué”, y ponerme a disposición de ellos para ayudarlos a buscar oportunidades de adaptación y evolución, o aceptación según el caso, porque me he preparado para ayudarlo.

También sé que no voy a tener todas las respuestas, pero si puedo comprometerme a buscar juntos la mejor solución a su necesidad, y por allí puede estar el camino, y para ambos será aprendizaje y crecimiento, aunque surja de una confrontación de posiciones.

Mentor: Me parece una posición honesta, pero te prendo dos alertas. Vamos por la primera.  Ahora trata de decirme cómo lo enfocarías, pero contado desde la calidez que aplicarás en la entrevista que vas a tener para contarle cómo él va a salir de la zona de confort. ¿Cómo lo harías?

Laura: Creo que en esto hay varias pautas y criterios que tomé nota y me resultan bien útiles:

  • Tendría en cuenta el entorno y el contexto.
  • No procrastinaría. Eso no le sirve a nadie.
  • Trataría de poner la conclusión al principio. Mientras más la retraso más me costará.
  • Sería firme y decidida. La ambigüedad confunde
  • No debo esperar ser popular a partir de estas reuniones.
  • Me tengo que cuidar de la tentación de los caminos intermedios del “hacermcomo que cambiamos”. Tengo que defender la esencia del cambio, y guardar la creatividad para los enfoques de adopción del cambio sin desvirtuarlo.

Mentor: Estoy de acuerdo, pero no es suficiente. Recuerda las recomendaciones adicionales que nos comparten los autores:

  • Tienes que estar allí con consciencia, estar presente con quien debe recibir tus noticias. La reunión no se trata de ti, sino del otro.
  • Medita antes de responder, toma tiempo y considera alternativas. Tu reacción es una elección.
  • No supongas ni interpretes. Pregunta y escúchalo. Dale espacio para expresar pensamientos y emociones.
  • Deja de lado expectativas. Lo único que tienes cierto es aquello que vas a comunicar. El resto lo construirán entre ambos, y tu custodiarás que el camino sea el correcto, pero en conjunto con él, pues él es el único dueño de su camino de evolución.

Y para cerrar va la segunda alerta. No sé si recuerdas el capítulo 4 del Libro, donde los autores eligen un título muy acertado: “Póngase primero la mascarilla de oxígeno”. En concreto: ¿Cómo piensas cuidarte a ti misma?

Laura: Me imaginaba que cerrábamos por allí.  Me resonó mucho ese capítulo, pues será un camino largo y debemos estimular a los demás que logren ser exitosos cambiando, pero ellos deben desear hacerlo.

Tomo tres mensajes para tener en cuenta:

  • El autocuidado, que va desde lo físico y familiar hasta la implicancia emocional, que es inevitable pero que debo ponerle límites. Compartir con mis pares las situaciones, porque esto no va de héroes, sino de equipos.
  • La planificación adecuada y priorización de tiempos. Si me sobreimplico con alguien comienzo a desbalancearme. Sobre todo considerando que las reuniones deben estar planificadas y pensadas para ser valiosas para la otra persona.
  • Y principalmente una frase con la que iniciaste la charla. Yo me puedo comprometer con el compromiso del otro, pero no puedo hacer su tarea.

Mentor: Bien. Creo que de aquí en más es solo cuestión de comenzar a andar y seguir aprendiendo.

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